La digitalización en la agricultura

 La digitalización de la agricultura

Según los datos ya ampliamente difundidos y aportados por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), la población mundial crecerá hasta los 8.500 millones de personas en menos de 5 años, y llegará hasta los 9.700 millones en el año 2050. Para poder garantizar el suministro de alimentos cuando llegue ese momento será necesario según las mismas fuentes, que 1 hectárea de terreno pueda abastecer hasta 5 personas, cuando en el año 1960 esa misma hectárea solo debía abastecer a 2 personas.

La pregunta que nos toca responder es: ¿Cómo producir más cantidad de alimentos con menos recursos? 

De acuerdo con las proyecciones de referencia de la FAO, con incrementos realistas en el rendimiento de agua y tierra, la futura demanda de alimentos de la población mundial se podría llegar a conseguir. Esto no sucederá de forma automática ni será fácil. Si queremos obtener una cadena agroalimentaria sostenible tanto económica, como social y medioambientalmente, es obligatorio pasar por la digitalización de los procesos en el sector agroalimentario.

Es decir, la digitalización en el mundo de la agricultura se ha convertido en un paso indispensable.

Para avanzar en el proceso de digitalización del sector agrícola, que es clave para la supervivencia de la agricultura en el futuro, es importante combinar el uso de diferentes tecnologías, como por ejemplo, la utilización masiva de sensores capaces de medir temperatura, humedad del suelo, y conductividad eléctrica, o el uso de tecnología para automatizar el riego y la fertilización.

Todo ello nos ayudará a conseguir explotaciones más productivas, eficientes y nos permitirá obtener más alimentos con un menor uso de los recursos naturales.

La luz como factor ambiental para las plantas.

La luz como factor ambiental para las plantas.

De entre los factores climáticos que intervienen en el desarrollo de la planta; CO2, temperatura, humedad, etc…, la luz es uno de los más importantes.

Es un factor imprescindible para que la planta pueda llevar a cabo la fotosíntesis y de la que depende directamente para sintetizar la materia orgánica a partir de sustancias minerales.

La luz provee la energía necesaria para que la planta realice la fotosíntesis, con la cual se produce la materia orgánica para su crecimiento y desarrollo.

La actividad fotosintética y su eficacia aumentan con la luz, la temperatura y el CO2, por lo que si se quiere conseguir un buen desarrollo del cultivo y un incremento de la productividad, hay que garantizar una buena y correcta iluminación.

Cuanto mayor es la iluminación, más eficaz es la fotosíntesis y más rápido se puede llegar a desarrollar la planta. Sin embargo, a medida que la intensidad de la luz aumenta, la velocidad de la fotosíntesis alcanza un límite.

A este punto máximo se le denomina “punto de saturación de la luz”, a partir del cual la velocidad del proceso físico-químico de la fotosíntesis se vuelve plana.

La cantidad de luz recibida por la planta dependerá de dos factores principalmente; de la intensidad y del número de horas diarias de exposición.

A los cambios de iluminación que reciben las plantas se denomina fotoperiodo, y el tiempo de exposición o las horas de luz necesarios para que el cultivo pueda desarrollarse y llegar a la floración, varía según la especie.

Todas las plantas necesitan luz y por debajo de un determinado umbral, muy pocas consiguen subsistir.

Pero tanto el exceso como la falta de luz ocasionan en las plantas consecuencias nocivas. Las plantas que reciben insuficientes niveles de luz tienen menor crecimiento vegetativo, menor floración, se debilitan y producen hojas más pequeñas.

Por otro lado, las plantas que reciben demasiada luz pueden producir lo que se denomina clorosis (La clorosis es el amarilla miento del tejido foliar causado por la falta de clorofila).

Este parámetro de vital importancia se puede supervisar en el interior de un invernadero por medio de un programador de clima que controle las pantallas de sombreo (en el caso de que la intensidad luminosa sea elevada).

Pantallas de oscurecimiento (si se quiere fingir oscuridad, en aquellos cultivos de día corto cuando se encuentran en día largo)

las luces asimilación (se aplican cuando no hay suficiente luz para el buen crecimiento del cultivo).

La importancia de la temperatura para el cultivo en invernadero

La importancia de la temperatura para el cultivo en invernadero

Una de las ventajas que ofrece el cultivo en invernadero es el control de las condiciones climáticas para asegurar un mejor desarrollo de la planta.

Entre los factores climáticos que influyen sobre el cultivo y la producción se encuentra la temperatura, que debe oscilar entre los 18-25 °C para que la planta pueda crecer correctamente y dar su fruto (Ver tabla con el resumen de exigencias de temperatura para distintas especies). Por debajo o por encima de esta temperatura óptima la planta no se consigue desarrollar adecuadamente y es posible que el cultivo no realice su ciclo biológico normal y no alcance su máximo potencial de rendimiento.

Además, la temperatura interviene (junto con otros factores como el CO2, iluminación, etc.) en ciertas funciones como por ejemplo la apertura o cierre de las estomas, que son imprescindibles en los procesos vitales de la fotosíntesis, transpiración y respiración de la planta.

En condiciones óptimas, estas estomas que se encuentran en el envés de las hojas de las plantas, estarán abiertos para permitir el intercambio gaseoso, posibilitando la entrada de dióxido de carbono y liberando el oxígeno. Si la temperatura del interior del invernadero aumenta, también aumenta la cantidad de agua que se pierde por transpiración, y los estomas se cerrarán como método de protección para evitar la pérdida excesiva de agua. Aunque este método de protección puede tener un efecto negativo, pues con las estomas cerradas se restringe la entrada de dióxido de carbono que es fundamental para realizar la fotosíntesis.

Con el fin de no perder agua innecesariamente y realizar el necesario intercambio de gases, las plantas deben regular la apertura y el cierre de los estomas. Por lo cual, se debe conseguir una tempera óptima para que se produzca un buen desarrollo del cultivo.

En función de los efectos que ocasionan al cultivo, se distinguen distintos tipos de temperatura:

Tipos de temperatura

  • Temperatura mínima letal. Aquella por debajo de la cual se producen daños en la planta.
  • Temperatura óptima. La temperatura correcta para que la planta se desarrolle en las condiciones idóneas.
  • Temperaturas máximas y mínimas biológicas. Indican valores, por encima o por debajo respectivamente del cual, no es posible que la planta alcance una determinada fase vegetativa, como floración, fructificación, etc.
  • Temperaturas máxima letal: Aquella por encima de la cual se producen daños en la planta.

Conceptos generales sobre pH

El pH indica la cantidad de hidrogeniones en una disolución. Su valor se sitúa entre 0 (ácido) y 14 (básico), siendo 7 pH neutro.

El pH es el logaritmo negativo en base 10 de la actividad de los iones hidrógeno:

pH= -log10[aH+]

Importancia del pH en los cultivos

El pH de la solución nutriente puede afectar al crecimiento vegetal de dos formas principalmente:

  • A la disponibilidad de los nutrientes, ya que con los valores extremos de pH se produce la precipitación de ciertos nutrientes permaneciendo en forma no disponible para las plantas.
  • A la capacidad de absorción de nutrientes por parte de las raíces. Todas las especies vegetales presentan unos rasgos característicos de pH en los que su absorción es idónea, fuera de este rango, la absorción radicular se ve dificultada. Si la desviación es extrema, puede verse deteriorado el sistema radicular o presentarse toxicidades.

En el siguiente gráfico podemos observar la solubilidad de los principales elementos frente al pH:

El pH en la Solución  de Fertirrigación

El pH en las soluciones de fertirrigación, tanto en cultivo en suelo como en hidroponía, debe ser tal que permita estar disuelto en la totalidad de los nutrientes sin dañar las raíces, evitando de este modo la formación de precipitados que pudieran causar obturaciones en los sistemas de riego e indisponibilidad para la absorción radicular de dichos nutrientes.
El rango ideal de pH está entre 5.0 y 6.5, ya que la práctica totalidad de los nutrientes son asimilables por la planta. Por encima de pH 6.5 la formación de precipitados puede causar importantes problemas. Por debajo de pH5 puede verse deteriorado el sistema radical, sobre todo en cultivos hidropónicos.

El pH en el Suelo

La inmensa mayoría de las aguas de riego que manejamos muestran un pH superior al óptimo, la cantidad de ácido a aportar depende principalmente de la concentración del ión bicarbonato presente en el agua de riego, ya que éste actúa como tampón contra los cambios de pH en el agua de riego y a concentraciones elevadas es necesaria mayor cantidad de ácido para su neutralización y ajuste de pH.

Ajuste de pH

El caso más generalizado es que las aguas para riego tengan el pH superior a 5.8 y normalmente la presencia de los iones bicarbonato, y algo menos los iones carbonato, son los responsables de ello. La forma de bajar pH de este agua de riego consiste en eliminar estos iones, y ello se consigue con la adición de algún ácido.
Los ácidos más utilizados en soluciones nutritivas para cultivos sin suelo, son el ácido nítrico y el ácido fosfórico. Estos ácidos tienen la ventaja de que además de servir para hacer el ajuste de pH, aportan elementos nutritivos necesarios para la planta.

Nuestras máquinas se conectan en by-pass en el cabezal de riego, recogiendo agua después del sistema de filtrado añadiendo los fertilizantes y ácido e inyectando todo de nuevo aguas arriba del sistema de filtrado, encargándose este de realizar una mezcla homogénea. Simultáneamente miden el valor de pH de la mezcla, realizando un ajuste continuo en las dosis, resultando en un valor estable y deseado de pH.

Tomato Clip 23 mm

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Product number: 550kc

Los clips Paskal, están especialmente diseñados para garantizar una gran fuerza de amarre. Los clips para tomates, ayudan a reducir considerablemente los costos de mano de obra al conectar las plantas al entutorado con un simple clic, garantizando así que el clip esté bien abrochado y pueda cumplir su función de forma óptima.

Tipo de cultivo Tomate
Color transparente, Negro
Tamaño 23 mm
Rango de temperatura de instalación más de 15
  • Fácil y rápido de instalar y quitar
  • Alta calidad
  • Ligero
  • Ventilado
  • Fuerza de agarre extra fuerte
  • No se divide a lo largo de la cuerda/hilo
  • Sistema de sonido con clic para señalar que está bien abrochado
  • Ahorro de tiempo y costos de mano de obra (promedio de 1 400 clips por hora). Elimina el método lento y que potencialmente puede romper el tallo, que consiste en trenzar/torcer la planta en el alambre de espaldado para lograr apoyo
  • Un diseño actualizado para minimizar daño a los jitomates: bordes lisos, orificios de ventilación alrededor del clip para evitar la formación de hongos
  • Las varillas a los lados evitan que los dedos se resbalen y duelan al cerrar
  • Disponible con un diámetro de 23 mm, en distintos colores y opción biodegradable
    Recomendaciones técnicas:
  • Cantidad: 10-20 clips por planta para cultivos a largo plazo / 5-10 clips por planta para cultivo a corto plazo
  • Distancia recomendada entre dos clips de unos 20 cm
  • Colocación del clip: abajo de la hoja y antes del racimo de jitomates
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